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Mostrando entradas de octubre, 2024

Atenas, Jerusalén y los dos mitos fundacionales de nuestra cultura. ¿Está en nuestra naturaleza filosofar?

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De todo lo que hemos hablado va la filosofía, palabra que significa en griego ‘amigo o amante de la sabiduría’. Ahora bien, ¿nos conviene este amor? ¿Es bueno esto de querer saber tanto? A veces, cuando salgo de clase, me decís que esto os “raya” demasiado, que os vais confundidos a casa. ¿Vale la pena pensar en todos estos problemas (la realidad, la identidad humana, la verdad, el bien y el mal…) o mejor no darle tantas vueltas? ¿Para qué complicarse tanto la vida? Suele creerse que saber demasiado compromete la felicidad (vamos: que los tontos – los niños, los inocentes, los inconscientes… – son más felices), que la felicidad va de sentir y no de pensar (o eso se piensa), etc. ¿Pero es todo esto verdad o  es solo una creencia infundada? Pensadlo, por favor. Pero incluso aunque esto fuera así, y la ignorancia nos hiciera más felices, ¿preferiríais realmente la felicidad al conocimiento? Para responder a esta última pregunta hagamos el siguiente experimento mental. Imaginaos que soy e

Lo real, lo humano, lo verdadero y lo bueno… Cómo tratar de las cosas más interesantes del mundo.

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  Decíamos que la filosofía es la ciencia de las ideas. ¿Pero de qué ideas? La verdad es que de todas, aunque no de todas del mismo modo. Las ideas más filosóficamente interesantes (¡y no solo filosóficamente!) son las ideas más fundamentales y universales. ¿Y cuáles son estas ideas? Podemos atrevernos a decir que son básicamente cuatro. La idea de ser (o realidad), la idea de ser humano (o de mente), la idea de verdad (o conocimiento) y la idea de bien (o valor). Diríamos así que en filosofía hay  cuatro temas de conversación fundamentales (lo real, lo humano, lo verdadero y lo bueno) que son también las cuatro grandes preguntas  (qué es lo real, qué es el ser humano, qué es la verdad y qué es lo bueno)  o ramas principales de la filosofía (ontología, antropología, epistemología y ética). ¡Y que estas son también las cuatro cosas más interesantes del mundo, las que más importa pensar y saber en la vida, creo yo (aunque esto también habrá que discutirlo, claro)! Difícilmente encontrarí

Presentación. La filosofía o de cómo construir nuestras propias ideas

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  No es nada fácil presentarnos ante los demás. A la pregunta “¿quién eres?” solemos contestar con nuestro nombre, oficio, género, lugar de nacimiento… Pero nada de eso responde realmente a la pregunta por lo que somos. ¿Seríamos el mismo ser humano si nos cambiaran el nombre, si cambiáramos de oficio, si descubriésemos que no nacimos donde creíamos, incluso si decidiésemos cambiar de género? Tampoco vale decir que somos simplemente un ser humano, una persona, una mujer, un extremeño… Porque ¿en qué nos diferencia eso de los demás humanos, del resto de las personas, de todas las mujeres, de cualquier otro extremeño? Además, ¿qué es un ser humano? ¿En qué consiste ser una persona? ¿Qué es una mujer? ¿Qué rasgos caracterizan necesariamente a un extremeño? Una pregunta iluminadora que podríamos hacernos es esta: ¿en qué lugar esta lo que esencialmente somos? ¿Está en alguna parte de nuestro cuerpo? ¿Habría alguna zona de nuestro físico que, caso de ser trastocada trastocaría también lo